El final del viaje
Antes de cualquier cosa, quisiera decir que la clase de investigación social me enseñó, pero me enseñó no solo en un campo específico sino para la vida. Cada frase, cada moraleja, cada historia que tenía el profesor Cobos para contarnos en las clases nos enseñaron más que cualquier cosa.
Aprendí la importancia de la observación y de los pequeños detalles, aprendí la importancia de contrastar las versiones que tenemos de un solo hecho, aprendí también que es posible servir a los demás a través de la investigación acción participativa, aprendí que todos somos diferentes y que en la variedad está lo más bello, aprendí la importancia de respetar los valores de las otras culturas, aprendí que una entrevista no solo se limita a hacer preguntas y aprendí que el por qué puede limitarnos en muchas ocasiones.
Sé que a muchos no les gustaba eso de escribir 1200 palabras para cada clase, en mi caso debo decir que sí. Siempre me ha gustado escribir, es más sueño con dedicarme a eso: contar historias. La clase de investigación social me ayudó a ser más constante a la hora de escribir y a perfeccionar la manera en la que lo hago. Asimismo, me retó la memoria y eso me fascinaba cada vez que tenía que escribir mi bitácora pues era alentador cuando comenzaba a recordarlo todo. Cuando el profesor dio la oportunidad de hacer videos en lugar de escritos, me pareció una propuesta interesante. Sin embargo, continué escribiendo y espero seguir haciéndolo por el resto de mi vida...(me gustó mucho que el profesor permitiera ambas opciones).
Otra de las cosas que me entusiasmaba de la clase era el dinamismo, cuando hacíamos actividades por parejas y por grupos, o cuando exponían nuestros compañeros, como dijo una vez Cobos, "todos saben algo, nadie sabe todo". Cada clase poníamos en práctica esta frase y aprendíamos el uno del otro, haciendo que nuestro aprendizaje fuera integral.
La etnografía fue, sin duda, una de las mejores experiencias de este semestre. Siempre me ha gustado conocer lugares nuevos, personas nuevas y contextos nuevos por lo que me animó mucho cuando el profesor Cobos nos dejó este trabajo. El día que fui al centro de rehabilitación, aunque suene cursi, siempre va a quedar grabado en mi corazón. Fue una experiencia inolvidable, aprendí muchas cosas desde los ojos de otras personas , y aprendí que juzgar no es una opción jamás. Como dije en esa bitácora, "todos libramos una batalla".
Me quedo con la clase de investigación social porque definitivamente tiene el sello Sabana: la persona primero. El profesor Cobos nos mostró cuan importante es ser persona antes de cualquier cosa. Siempre se preocupó por nosotros aún cuando no eran asuntos académicos, y eso es muy valioso. Bien lo han dicho muchas veces, no solo se necesita ser un buen profesional, sino también ser una buena persona. Me alegra saber que tuvimos de ambos en nuestra clase.
También debo decir que aprender siempre debería ser un deleite, algo que nos apasione y que no nos genere incomodidad. Así fue la clase de Cobos, hacíamos nuestras bitácoras porque queríamos hacerlas, exponíamos siempre muy entusiasmados, participábamos, nos reíamos con los ejemplos del profesor y con las ocurrencias de nuestros compañeros, leíamos sin pena a equivocarnos y sobre todo, escribíamos sin miedo a que nos leyeran.
La clase me gustó mucho porque me hizo mejor en todo sentido. Por cierto, también me gustó que hayamos visto la película Avatar. Siempre me ha gustado el cine, no sé porqué no había visto esta película, no tengo explicación alguna...pero gracias a investigación la vi, pero no solo lo hice porque sí, la vi con ojos de investigadora.
Debo decir que me gocé la clase, escribí todas las bitácoras porque me entusiasmaba muchísimo el poder relacionar todo con cosas que conocía o incluso con cosas nuevas. Participé en todas las clases en las que podía, leí bitácoras de otros de mis compañeros, hice los talleres que el profesor Cobos pidió. Me leyeron en clase en repetidas ocasiones, debo decir que fui muy feliz por eso. Gané kahoots con mi compañero Mateo y al final siempre sufríamos porque nos equivocábamos en alguna pregunta, pero bueno...lo importante es aprender. Siempre asistí a la clase y, sobre todo, aprendí mucho de todo. Por esto, considero que mi autoevaluación sería un 5.0.
Pd: aunque suene repetitivo, en verdad debo decir que aprendí mucho para la vida. Por ejemplo, hacer rapport no solo me ha servido con mi primo, lo he puesto en práctica con otras personas y ha sido todo un éxito.
Me gustaría finalizar con una frase, la última de mis bitácoras, del gran Mahatma Gandhi: "vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueses a vivir para siempre".
Gracias por todo lo que aprendimos profesor Cobos, por sus enseñanzas, consejos y gracias por la calidez humana.
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